¡Bienvenidos los juegos Indies al Nintendo Switch!

Los indies llegaron para quedarse. La fuerza con la que estos juegos “de bajo perfil” están arrasando en ventas en la consola Switch de Nintendo, nos ha demostrado que los gamers están aceptando muy bien la opción de títulos que no provienen de un estudio triple A. Hemos visto a lo largo de algunos años ya, que los indies son igual de festejados cuando se anuncian, como los juegos grandes. Vamos, los indies están en la “wishlist” de los gamers de todas las edades y gustos.

Los indies demostraron que no se necesita un gran despliegue gráfico o una incontable cantidadde detalles, para que un juego te atrape. Si te fijas un poco en la historia gamer, y los orígenes de los mismos, los juegos realmente empezaron con gráficos sumamente sencillos, en juegos que se programaban en cuestión de meses, pero que brindaban horas y horas de diversión infinita (por aquello de que no existían finales).

Sin bien los indies se han hecho cada vez más ambiciosos, no dejan de ser juegos “plataformeros” o sencillos RPGs que no hacen a un lado su origen sencillo y son títulos que prácticamente todos pueden jugar, ya que no necesitas realmente ser un “hardcore gamer” para apreciar los indies.

Otro punto más a favor del encanto de los títulos indie, es que justamente se dejan jugar, sin complicadas historias, ni argumentos explosivos, dignos de una película de Hollywood. Las personas que no sean tan clavadas en el tema, sin problema disfrutan un juego indie.

La consola de Nintendo se ha visto beneficiada en gran medida con los indie, ya que su estructura portátil permite que los juegos se sientan perfectamente bien acoplados a la arquitectura de la consola, y puedas disfrutar del tal o cual juego, en cualquier lugar y con extras que te da la pantalla táctil de la Switch o las ventajas de los JoyCons y así experimentar formas diferentes de gameplay.

Creatividad y originalidad: una fórmula mágica para los indies.

Un elemento que quizá sea el más importante dentro del juego indie, es la creatividad y la originalidad con la que se presentan. La aparente desventaja en la que están estos estudios pequeños, ante los grandes de la industria, va en dirección a ser creativos y explotar lo mejor posible sus recursos: personajes, situaciones, historias, jugabilidad, gráficos, sonidos, todo lo que un estudio grande pude pasar años en perfeccionar.

Un estudio indie debe explotar al máximo los (pocos) recursos que tienen y los tiempos de entrega y hasta el número de personas que están involucradas en el desarrollo, que en algunos casos no rebasa las 10 o 12 personas, lo que sin duda los obliga a esforzarse al máximo.

Creo que los inides han hecho muy bien a la industria, más allá de que hoy sean considerados como una categoría, son una opción bien válida para los jugones (casuales o no) que disfrutan de la diversión por encima de lo complejo.

Los indies regresaron esa sencillez y originalidad a los juegos, algo que se fue perdiendo entre gráficos y poderosas consolas. Dieron oxígeno a una industria que cada vez se hacía más compleja y cara. Dieron esa otra opción de que con creatividad y originalidad, los videojuegos vuelven a ser lo que siempre han sido, solo que se nos había olvidado: divertidos.

Es por ello que los juegos indie o independientes serán siempre bienvenidos y aplaudidos por todos los gamers, ya que los estudios grandes saben que los pequeños venden y venden muy bien, lo que por lógica los obliga a no “dormirse en sus laureles” y empujar un poco más sus propios límites y así, los jugones salimos ganando con buenas propuestas de ambos lados (claro con excepciones), dándonos horas y horas de diversión, que al final de esos se trata. ¡Bienvenidos los juegos Indies!